El mes de mayo suele dedicarse tradicionalmente a la Virgen. A lo largo del mes hemos visto como la piedad de nuestros residentes se manifiesta de diversas maneras hacia ella: llevándole flores, haciendo Romerías, rezando el Rosario, etc. Este año quisimos cerrar el mes a lo grande, aprovechando el último domingo (30 de mayo) para llevarle flores y cantos a la Virgen.
La actividad fue sencilla, pero llena de cariño: al terminar la Misa del domingo, salimos todos del Oratorio a rodear la imagen de la Virgen de Guadalupe que preside la sala principal de la Casa. Allí, el Padre Arturo Estrada dió una breves palabras y, en nombre de todos, ofreció a la Virgen un hermoso arreglo de flores preparado especialmente para esta ocasión. Al momento de poner las flores a los pies de la Virgen, comenzaron los cantos.
Les compartimos algunas imágenes de la ceremonia:
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